Estas ricas galletas son estupendas para hacer con niños, con ingredientes sencillos y fáciles y rápidas de hornear.

Son aptas para alérgicos a huevo y leche.

Recordamos que siempre tienes que buscar productos que te garanticen la ausencia de alérgenos.

Necesitarás:

– 100 gr. de margarina

– 70 gr. de azúcar glass o caster (azúcar normal molida en un robot de cocina)

– 250 gr. de harina

– una cucharadita de levadura en polvo

– si quieres galletas de chocolate, sustituir 50 gr. de harina por una mezcla de Nesquick y cacao puro en polvo (yo uso 40 del primero y 10 del segundo) y si las quieres con sabor a fresa, sustituir 50 gr. de harina por otros tantos de Nesquick de fresa

– tres cucharadas de agua, o dos de sirope de fresa o chocolate y una de agua si quieres saborizar tus galletas

– esencia de vainilla (opcional)

Así se hacen:

Primero poner la margarina a temperatura ambiente y mezclarla bien con el azúcar. Si tienes Thermomix, con poner dos minutos a velocidad 3 es suficiente. Después añadir la harina con la levadura previamente tamizadas y el agua y/o sirope y mezclar con espátula o con la Thermomix (velocidad 4, unos segundos).

La textura debe ser un poco arenosa, no demasiado blanda o no se podrá trabajar la masa para hacer galletas ni demasiado dura, o perderán sabor y serán menos apetecibles.

Recomiend enfriar la masa en la nevera al menos media hora, así será más fácil de trabajar, envuelta en film transparente.

Precalentamos el horno a 180ºC justo antes de ponernos a trabajar con la masa, que extenderemos sobre una superficie antiadherente con un rodillo, con un grosor de algo menos de un centímetro, y con cortapastas (o con un vaso o un cuchillo, lo que tengamos) ir haciendo galletas y colocándolas sobre una bandeja forrada con papel de horno.

Hornear entre 10 y 15 minutos, según el horno, y en la rejilla de enmedio o justo la que hay sobre ésta, para que no se quemen por abajo. ¡Estad atentos o se quemarán! Pasado ese tiempo, enfriar sobre una rejilla y ¡a disfrutar!